La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales rechazó la sentencia contra el jugador de 26 años
Mientras Qatar 2022 llega a su etapa definitiva para conocer al nuevo campeón, el mundo del fútbol se estremece con una brutal y controvertida sentencia emitida por el régimen de Irán
Mientras desde la FIFA perdura el silencio frente a violaciones de derechos humanos en medio oriente, en el mundo crecen el clamor y las voces para evitar que el futbolista iraní Amir Nasr-Azadani, de 26 años, sea ejecutado en la horca.
La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), exigen a las autoridades iraníes que eliminen la pena y desde sectores políticos en Europa surgen incluso peticiones de frenar el máximo evento del fútbol masculino como un acto de protesta para evitar la muerte del deportista iraní.
El deportista Nasr-Azadani, fue condenado a la pena de muerte, en una nueva y cuestionada decisión judicial del régimen iraní. Las autoridades iraníes acusan al futbolista de cometer un delito llamado ‘Moharebeh’, que significa, a la luz de las leyes de la república islámica, “enemistad con Dios”.
¿Pero qué hizo el deportista para merecer tamaña sentencia en su contra? Simplemente, apoyar una protesta, expresarse en favor de los derechos de las mujeres en su país le costaría la vida.
¿Quién es Amir Nasr-Azadani?
De no frenarse la sentencia del régimen iraní, el jugador Nasr-Azadani, correría la misma suerte que Majid Reza Rahnavard, otro deportista, un luchador, de 23 años, que murió ahorcado el pasado lunes en una grúa en plena calle en Mashad, al este de Teherán. Esta fue la primera ejecución en público de un manifestante detenido en las protestas en Irán. Ya el 8 de diciembre, un primer manifestante, Mohsen Shekari, también de 23 años, fue ejecutado dentro de una cárcel.
Han pasado ya tres meses de intensas protestas en Irán. Según la ONG iraní con sede en Oslo, Iran Human Rights, al menos 458 personas han muerto por la represión.
Recordemos que el detonante de las protestas que azotan a Irán, fue la muerte de la joven kurda de 22 años, Mahsa Amini, el pasado 16 de septiembre. Ella murió tres días después de ser detenida por llevar mal puesto el velo. Los manifestantes acusaron a la llamada policía de la moral como responsables de su fallecimiento.
