Estos reptiles son de sangre fría, por lo que no regulan su temperatura. Cuando el termómetro baja a 40 grados Fahrenheit o menos, se endurecen y paralizan.
Por eso caen de los árboles como si estuvieran congeladas, muertas, pero siguen respirando. Se trata de una parálisis temporal.
Al aumentar la Temperatura vuelven a su estado normal de vida.
Tan pronto aumente la temperatura, las iguanas recuperarán su movilidad y podrían hacerte daño, buscando defenderse. Además, toma lo siguiente en cuenta:
• No están muertas, solo congeladas
• Si en el jardín, fuera de casa, en la acera o en la carretera encuentras alguna en situación de peligro, revisa a ver si puedes moverla al pasto o al pie de un árbol.