Los investigadores opinan que estos cambios no son algo bueno ni malo, sino que es una adaptación a vivir en un mundo cada vez más interconectado.
Los adolescentes que revisan sus cuentas en redes sociales al menos 15 veces al día presentan ciertos cambios en sus cerebros que los hace más sensibles a la aprobación y desaprobación de su comportamiento por parte de su entorno, sugiere un estudio publicado el 3 de enero en la revista JAMA Pediatrics.
Durante tres años, un equipo de investigadores estadounidenses estudió los cerebros de un grupo de 169 individuos, de entre 12 y 15 años. Los participantes fueron clasificados en varias categorías según la frecuencia diaria de uso de Facebook*, Instagram* y Snapchat.
El estudio mostró que la revisión frecuente de redes sociales hace que los usuarios adolescentes sean cada vez más sensibles a lo que llaman «retroalimentación social». Esto se confirmó al registrar una actividad más intensa en varias regiones de la corteza y subcorteza cerebral, además de otros cambios físicos en las áreas que se asocian con el procesamiento, la regulación y el control de la recompensa de la actividad social.
Mientras que los adolescentes que habían informado que revisaban las cuentas una vez al día como mucho, presentaron una disminución en la actividad en estas áreas; algo que sugiere que estaban menos preocupados por los comentarios de sus compañeros o que tenían más autocontrol sobre comportamientos compulsivos.
A partir de los datos disponibles, era imposible determinar si es el uso de las redes sociales hacía que los adolescentes se preocupen más por las opiniones de su entorno social o si tendían a revisar más sus cuentas debido a una preocupación preexistente de ser juzgados. En todo caso, los investigadores señalaron que consideran más probable lo primero.
Los investigadores opinan que estos cambios no son algo bueno ni malo, sino que es una adaptación a vivir en un mundo cada vez más interconectado.