Por unas ferias que estén a la altura del progreso humano, defensoras y defensores de los animales llevan a cabo diversas actividades en razón de solicitar el cese de espectáculos violentos con animales en el Táchira.

Como en todo momento, las acciones de las personas de consciencia y amor hacia los animales, se fundamentan en dos escenarios: la promoción de la consciencia social con amor a la vida y el diálogo con personas e instituciones del poder público constitudo, amparadas estas acciones en el ordenamiento jurídico de la nación Bolivariana.

En este caso, continuando la lucha de casi dos décadas por la abolición de las corridas de toros en San Cristóbal; activismo que ha involucrado en todos estos años, diversas organizaciones animalistas, ecologistas, grupos de consciencia humana, organizaciones sociales y personas de elevada consciencia y compromiso social.

A pesar del modelo humanista adoptado por la República Bolivariana de Venezuela y la orientación progresista de su sistema político-social; en contradicción a ello, existe aún la práctica de este sangriento expectáculo.

La tauromaquia es reminescencia de primitivas etapas de la civilización y/o momentos de crisis y decadencia de otras civilizaciones, como el caso de los coliseos romanos, en los que se torturaba y asesinaba personas y animales como expectaculo público. También la práctica denominada; «quema de herejes» en la edad media es ejemplo de ello.

La lucha por la abolición de las corridas de toros y otros expectáculos violentos con animales ha sido sostenida y continuada a lo largo de estos años  del siglo XXI, haciendo énfasis en la conscientización social y el diálogo con personas e instituciones del poder constituido.

Se confía en que los avances en materia jurídica de la nación, la decadencia de la tauromaquia en Venezuela y a nivel mundial (particularmente en España) los recientes avances de Colombia (que retoma relaciones con Venezuela en condiciones de afinidad); y el significativo avance de la consciencia social en el Táchira por el amor a los animales y el respeto a la vida, hagan posible que Venezuela  consolide este necesario avance, en coherencia con los principios de su constitución y proyecto de nación.