Uno de los familiares también reveló que los menores se escondían de los rescatistas porque tenían miedo.
De momento, los niños están recuperándose bajo cuidados de los médicos. Todavía en estado de shock, han empezado a hablar con los familiares. Entrevistado ya por Noticias Caracol, el tío abuelo aseguró que los pequeños «ya comen, de a poquitos, pero comen«, y agregó que les han llevado «muchos detalles» para dar energía positiva después del accidente en el que fueron testigos de la muerte de su madre.
También reveló que los menores se escondían de los rescatistas porque tenían miedo. Como «les daba miedo» tanto ruido y los perros ladrando, «se escondían en los troncos«. «Eso era lo que ellos hacían, correr», afirmó.
«Yo no sé cómo dormían, algún día van a decir cómo dormían», señaló Fidencio Valencia, explicando que su ropa ya estaba rota y se les pudrió y no tenían zapatos. «Ellos estaban mal ya, ya estaban agotados«, confesó.
«Quiero caminar, pero me duelen los pies»
Otro familiar de los menores, Dairo Juvenal Mucutuy, contó al medio que el único niño que le habló cuando llegó a visitarlos le dijo: «Tío, quiero los zapatos, quiero caminar, pero me duelen los pies». Dairo Juvenal simplemente le respondió que una vez que se recuperara irían a jugar al fútbol juntos.
• La avioneta con los cuatro hermanos a bordo se precipitó en plena selva el 1 de mayo. Los equipos de emergencia encontraron muerta a su madre, al piloto y a un adulto más que viajaba en la aeronave estrellada, pero no encontraron ni rastro de los niños, cuya búsqueda se prolongó por 40 días.
RT.