La ciudad de Buenos Aires consternada ante la noticia del fallecimiento del sumo pontífice. Quien muere a la edad de 88 años por un grave cuadro respiratorio.

María Elisa Ramírez Roa
C.N.P. 17.688


El 17 de diciembre de 1936 nacía en Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, el hijo mayor de una familia de inmigrantes italianos. Sus raíces humildes, marcadas por la fe profunda de su abuela y una infancia sencilla en el barrio porteño de Flores, serían el cimiento de una vida dedicada a los demás. Hoy, 21 de abril de 2025, el mundo despide al papa Francisco, un líder religioso sin precedentes que a lo largo de más de una década al frente de la Iglesia Católica desafió las estructuras, dio voz a los marginados y dejó una huella imborrable tanto dentro como fuera del Vaticano.

“La muerte física de Bergoglio y la enorme imagen que trascendió nos puede unir en el sentimiento. Las diferencias políticas y el debate quizás no cambien, pero eso no quiere decir que el pueblo no pueda estar unido. Francisco dejó un legado que trasciende“
El ministro de Transportes de Italia, Matteo Salvini, dijo en una entrevista televisiva que el gobierno italiano intentará “hacer lo mejor posible” para la llegada a Roma de los fieles que querrán dar al Papa el último adiós.

“Hemos sido catapultados a una situación que nunca esperábamos” y ahora “miles y miles de personas llegarán aquí”, dijo.

Esto requiere “organizar la llegada con seguridad, en autobús y tren; aumentar la presencia y la vigilancia; organizar viajes con descuentos o incluso gratuitos para personas con discapacidad, personas mayores y grupos”, agregó Salvini.
Asimismo él decano del colegio de cardenales, Giovanni Battista Re, la autoridad en la Santa Sede durante el periodo de sede vacante junto al camarlengo, ha convocado ya a los cardenales a Roma para las Congregaciones Generales preparatorias del cónclave en el que se elegirá al futuro Papa.
El cónclave es la reunión del Colegio Cardenalicio en la Capilla Sixtina para elegir a un nuevo Pontífice. Durante su celebración, que se extiende hasta que haya fumata blanca, los participantes no pueden salir ni tener contacto alguno con el exterior. Previo a este paso hay varias citas en las que los cardenales intercambian impresiones para la votación del cónclave. La primera de estas reuniones está prevista mañana martes a las 9.00 en el aula del sínodo, en el Vaticano.
El decano convoca a los cardenales electores, es decir, con derecho a voto (135 de 252), pero también a los no electores, los mayores de 80 años, que aunque no tengan derecho a voto pueden expresar su opinión si lo desean.
El Vaticano selló la residencia oficial del Papa, simbolizando el inicio del período de luto.
Imágenes del Vaticano muestran al cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo, observando cómo un empleado del Vaticano coloca una cinta roja en la puerta de la residencia del papa Francisco, la cierra y le coloca un sello de lacre. A continuación, se ve a Farrell comprobando el sello y asegurándose de que la puerta esté bien cerrada.
Según la información de CNN, el cierre de la residencia papal es un gesto simbólico del camarlengo —jefe interino del Vaticano— que históricamente sirvió para evitar el saqueo de la residencia papal. Simboliza el fin formal del pontificado de Francisco.
El papa Francisco falleció por un ictus que derivó en un colapso cardiaco irreversible. ¿Qué es esta enfermedad y por qué puede ser tan mortal? El pontífice, cuya salud ya era motivo de atención desde hace varios años, sufría de múltiples afecciones crónicas: diabetes tipo 2, hipertensión, insuficiencia respiratoria y una historia médica marcada por infecciones pulmonares desde su juventud. Sin embargo, la causa final fue un derrame cerebral que derivó en una parada cardiaca irreversible, según el informe médico emitido por el Vaticano. Fue una cadena de eventos clínicos que se desarrolló con rapidez y que no dio margen de recuperación.
Lo que hace al ictus especialmente peligroso es su rapidez. A menudo, las personas no reconocen los síntomas hasta que ya es demasiado tarde. En cuestión de minutos, un ictus puede destruir capacidades motoras, lingüísticas o incluso vitales. La rapidez con la que se actúe es clave, pero en algunos casos, como el de Francisco, ni siquiera una intervención inmediata hubiera podido cambiar el desenlace.
En los próximos días, el cuerpo del pontífice será trasladado a la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán rendirle homenaje. Su legado quedará para siempre marcado por su cercanía con los más pobres, su apertura hacia otras religiones y su compromiso con causas sociales. Pero su muerte nos recuerda, con una crudeza inesperada, que incluso los más grandes están a merced de procesos biológicos tan antiguos como la humanidad  misma.
Gracias Papa Francisco por dejar un legado la pequeña comunidad católica en Ulán Bator se conmovió profundamente. “Lágrimas y miradas perdidas se alternaron en los rostros de los fieles y los misioneros”, recordó. Sin embargo, las palabras de Francisco en su último mensaje Urbi et Orbi sirvieron de consuelo. En su mensaje, el papa afirmó que “el mal no ha desaparecido de la historia, permanecerá hasta el final, pero ya no tiene dominio”, subrayando que, a pesar de todo, la esperanza siempre prevalece.
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