Una moda, aparentemente positiva, se ha desarrollado en China, pues está generando paz y tranquilidad a las personas adultas que padecen ansiedad. Sí. Ha sustituido con éxito, según quienes la practican, los tratamientos con medicamentos, o terapias, tan al extremo que ya el negocio de fabricar chupones adaptados a la boca de los adultos, se está convirtiendo en un negocio, y su uso, además de tranquilizar, también es algo divertido.
El uso de chupones para adultos como una forma de calmar el estrés, no es solo una moda pasajera. En cafeterías, oficinas y vagones del metro en ese país, adultos llevan chupones en la boca, como si este rescate de recuerdos de la infancia, fuese un refugio frente al caos mental moderno.
El fenómeno ha llamado la atención internacional. Ya está siendo analizado por psicólogos y otros especialistas de la mente, que lo vinculan a mecanismos de regulación emocional, ansiedad creciente y disociación del estrés crónico.
El uso de chupones para adultos ha obtenido viralización en las redes sociales asiáticas, donde miles de jóvenes muestran cómo un simple chupón alivia el estrés tras largas jornadas laborales. Es un comportamiento auto-calmante profundamente arraigado desde la infancia, que ahora se manifiesta como un recurso frente al caos moderno.
Además, el estrés laboral, la presión académica y la falta de apoyo emocional real, han llevado a una suerte de “infantilización consciente”, donde el chupón se convierte en símbolo de alivio emocional, aunque este no sea aun técnicamente aceptado.
¿Moda, terapia o tabú?
Ver a un adulto con un chupón, desafía directamente las normas de lo socialmente aceptado. En muchas partes de Asia, y especialmente en China, la presión por «mantener la compostura» y mostrar madurez está profundamente arraigada. Por eso, esta tendencia de chupones en adultos chinos ha provocado tanto fascinación como rechazo.
Desde una perspectiva cultural, algunos lo ven como un acto de subversión: la decisión de reconectar con la niñez como forma de resistencia silenciosa al hiperproductivismo. Otros, sin embargo, lo perciben como una señal de inmadurez o incluso como un trastorno.
El impacto de las redes sociales y la validación colectiva, ha sido interesante. Influencers
jóvenes han convertido el chupón en una especie de declaración emocional, como “Sí, estoy agotado, y esto me calma”. La validación digital parece amortiguar el estigma, al menos dentro de ciertos círculos.
Beneficios y riesgos de usar
chupones antiestrés
En lugar de ridiculizar la tendencia, quizás habría que preguntarse por qué millones de personas sienten que su única vía de escape es volver, aunque sea simbólicamente, al útero emocional de la infancia. Los adultos usando chupones para el estrés en Asia no son una excepción. Son el síntoma de una necesidad universal: cuidar la mente tanto como el cuerpo.
Como toda práctica no convencional, el uso de chupones para aliviar ansiedad en adultos debe analizarse desde una perspectiva de salud mental. Si bien chupones para adultos estrés puede sonar a una solución absurda, lo cierto es que tiene fundamentos neuropsicológicos.
Según PsychPlus, los beneficios incluyen estimulación oral que genera sensación de seguridad, Reducción de la ansiedad en momentos de pánico, Mejora del enfoque durante tareas repetitivas, y ayuda a dejar otros hábitos nerviosos como morderse las uñas o fumar
Los riesgos médicos y psicológicos a considerar, serían, entre otros el hecho de que el uso prolongado del chupón puede afectar la mandíbula y el alineamiento dental si no se emplean versiones diseñadas para adultos. A nivel psicológico, el mayor peligro es usarlo como único recurso para lidiar con el estrés, sin abordar las causas subyacentes.
Algunos sicólogos advierten que cuando el chupón reemplaza toda forma de introspección o diálogo emocional, se convierte en un parche que puede evitar una sanación real. Además, si la persona lo usa compulsivamente o en contextos donde se aísla socialmente, puede estar desarrollando una dependencia emocional con consecuencias a largo plazo.
Sin embargo, pese a las advertencias, al parecer, los adultos chinos sí lo han pensado, ya que la popularidad de los chupetes para adultos se ha convertido en una auténtica locura en el país asiático, con miles de jóvenes gastando entre 10 y 500 yuanes (entre 1,40 y 70 dólares) en chupetes de plástico.