Según el investigador japonés Yoshinori Ohsumi, el cuerpo necesita comida, pero también descanso. Cuando el organismo no recibe comida, se alimenta de células muertas y enfermas del cuerpo.
Las células del organismo de todos los seres vivos están constantemente sustituyendo partes de sí mismas. Un proceso natural llamado Autofagia, o comerse a sí mismo, les permite degradar y reciclar materia que ya no necesitan, para aislar, envolver y expulsar amenazas como virus o bacterias. Incluso consumir sus propias proteínas cuando el cuerpo está sufriendo un proceso de inanición.
Así, la autofagia es un proceso celular natural y esencial para la salud, que funciona como un sistema de «reciclaje» y limpieza interna en el organismo, donde las células descomponen y eliminan sus propios componentes dañados o innecesarios para regenerar nuevas células y obtener energía. Básicamente es «comerse a uno mismo»,
proceso el cual se activa durante el ayuno, el estrés o el ejercicio, y es esencial para prevenir enfermedades.
Este mecanismo ya se conocía en la década 1960, pero sus detalles eran difíciles de comprender hasta que el científico japonés Yoshinori Ohsumi realizó sus experimentos pioneros.
En 1988, cuando era profesor asociado en la Universidad de Tokio, analizó células eucariotas que habían estado sujetas a condiciones de inanición. Así, logró observar a través de su microscopio la autofagia en acción, en el orgánulo celular llamado vacuola.
Usando células de levadura de pan, Oshuni empezó en los años 90 a estudiar el fenómeno de la autofagia. Logró identificar los genes y los mecanismos que regulan el proceso en los hongos y pudo comprobar que eran similares a lo que sucedía en las células del cuerpo humano
En 1993 consiguió aislar el gen responsable de este proceso comparando células eucariotas que no habían experimentado autofagia incluso en condiciones de inanición con células eucariotas ordinarias.
Las células eucariotas son células complejas que se caracterizan por tener un núcleo definido por una membrana y otros orgánulos rodeados de membrana que realizan funciones específicas. Este tipo de células forman organismos multicelulares como plantas, animales y hongos, así como organismos unicelulares como los protozoos.
El principio fundamental del trabajo investigativo del japonés Ohsuni sobre la Autofagia, se resume en «Cuando el cuerpo no recibe comida, empieza a alimentarse de las células muertas y enfermas del mismo cuerpo»
Su conclusión fue que la degradación y reciclaje de componentes celulares es fundamental para que se cumplan muchas funciones fisiológicas. Y este trabajo le valió el Premio Nobel de Medicina en 2016.
«Cuando el organismo no recibe comida, empieza a alimentarse de las células muertas y enfermas del cuerpo», asegura Yoshinori Ohsumi. Es decir, el cuerpo necesita comida, pero también descanso, y cuando ocurre es cuando sucede la autofagia, una especie de botón interno para limpiar el organismo.
Al dejar de comer por unas horas, las células viejas se descomponen y dan paso a células nuevas. Por eso, estrategias como el ayuno intermitente son tan interesantes de cara a cuidar nuestro cuerpo y aumentar la longevidad.