Los movimientos telúricos del 24 de septiembre son una manifestación directa de que Venezuela es un país sísmicamente activo. El “Enjambre Sísmico ocurrido, es una forma de liberar la energía acumulada en una falla tectónica, según IA.

Humberto Contreras

La intensa actividad sísmica registrada en Venezuela, particularmente este jueves 24 de septiembre, cuando se registraron por lo menos diez movimientos telúricos en el país — lo que técnicamente se conoce como un Enjambre Sísmico, con varios eventos de magnitud importante, uno de magnitud 6.3–, se debe a la naturaleza geológica y tectónica del país.
La información fue obtenida en una consulta a IA, en la cual se indica que la causa principal del fenómeno, es la Interacción de Placas Tectónicas, y explica que Venezuela se encuentra en el límite de contacto entre dos grandes placas tectónicas: la Placa del Caribe y la Placa Suramericana.

En ese sentido, señala que hay movimiento frecuente, pues la Placa del Caribe se desplaza hacia el este con respecto a la Placa Suramericana. Este movimiento, indica, no es suave, sino que acumula una inmensa tensión en la corteza terrestre, la cual se libera repentinamente en forma de sismos.
Sistemas de Fallas Activas
La mayor parte de la sismicidad en Venezuela se asocia a un sistema de fallas geológicas importantes que marcan esta zona de contacto. Los tres principales sistemas de fallas son la Falla de Boconó, que se extiende a lo largo de los Andes venezolanos; la Falla de San Sebastián, que atraviesa la Cordillera de la Costa, y la Falla de El Pilar, en la Serranía del Interior, hacia el oriente del país.
Los sismos del 24 de septiembre tuvieron epicentro en la región occidental del país, específicamente cerca de la costa oriental del Lago de Maracaibo, como es Mene Grande, estado Zulia, lo que sugiere la activación de una de las fallas secundarias o segmentos de fallas que forman parte de esta compleja interacción de placas en esa zona.
El fenómeno del «Enjambre Sísmico»
La serie de movimientos reportados -más de 10 sismos y una veintena de réplicas-, se clasifica como un “Enjambre Sísmico”. Este término describe una secuencia de sismos en un área específica, que no presenta un único evento principal claro, sino una sucesión de temblores de magnitudes similares durante un lapso específico. Esto es una forma en que se libera la energía acumulada en una falla tectónica.
En resumen, los movimientos telúricos del 24 de septiembre son una manifestación directa de que Venezuela es un país sísmicamente activo, debido a la constante interacción de las placas tectónicas Caribe y Suramericana a través de sus principales sistemas de fallas.

¿Hay posibilidad de repetición del fenómeno?

— Es una pregunta muy pertinente dada la situación, y la respuesta, basada en la ciencia sismológica, es que sí. Existe una alta probabilidad de que los movimientos continúen en los próximos días, semanas o incluso más.
La probabilidad de continuación es muy alta, reitera IA. Explica que los expertos de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas, Funvisis, y otros organismos internacionales, señalan que, tras un evento de esta naturaleza, clasificado como un «enjambre sísmico», la actividad telúrica en la zona de la falla tiende a mantenerse.
Réplicas Post-Sismos Fuertes: Los movimientos sísmicos más intensos del 24 de septiembre, como los de magnitud 6.3 y 6.0, van seguidos, de manera natural, por un gran número de réplicas. Las réplicas son temblores menores que ocurren a medida que las fallas liberan el estrés residual y el terreno se reajusta. Aunque la magnitud de las réplicas suele disminuir con el tiempo, pueden sentirse durante días o incluso semanas.
Un enjambre sísmico se caracteriza por múltiples sismos activos, lo que indica que el proceso de liberación de energía de esa falla tectónica está en curso. La continuidad de esta actividad es lo que define el fenómeno.
Dado que la causa fundamental es la interacción constante entre las placas del Caribe y Suramericana, el sistema de fallas en el occidente de Venezuela, posiblemente ligado al sistema de Boconó, o fallas asociadas, se mantiene activo.

Mensaje clave de los expertos
Finalmente, IA explica que los organismos oficiales insisten en que es imposible predecir cuándo o dónde ocurrirá el próximo sismo, y mucho menos su magnitud. Sin embargo, debido a la alta amenaza sísmica de la región, la población debe mantenerse alerta y aplicar los protocolos de seguridad y prevención ante nuevos temblores. 

En resumen, los movimientos telúricos del 24 de septiembre son una manifestación directa de que Venezuela es un país sísmicamente activo, debido a la constante interacción de las placas tectónicas Caribe y Suramericana a través de sus principales sistemas de fallas.
¿Hay posibilidad de repetición del fenómeno?
— Es una pregunta muy pertinente dada la situación, y la respuesta, basada en la ciencia sismológica, es que sí. Existe una alta probabilidad de que los movimientos continúen en los próximos días, semanas o incluso más.
La probabilidad de continuación es muy alta, reitera IA. Explica que los expertos de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas, Funvisis, y otros organismos internacionales, señalan que, tras un evento de esta naturaleza, clasificado como un «enjambre sísmico», la actividad telúrica en la zona de la falla tiende a mantenerse.
Réplicas Post-Sismos Fuertes: Los movimientos sísmicos más intensos del 24 de septiembre, como los de magnitud 6.3 y 6.0, van seguidos, de manera natural, por un gran número de réplicas. Las réplicas son temblores menore

s que ocurren a medida que las fallas liberan el estrés residual y el terreno se reajusta. Aunque la magnitud de las réplicas suele disminuir con el tiempo, pueden sentirse durante días o incluso

semanas.

Un enjambre sísmico se caracteriza por múltiples sismos activos, lo que indica que el proceso de liberación de energía de esa falla tectónica está en curso. La continuidad de esta actividad es lo que define el fenómeno.
Dado que la causa fundamental es la interacción constante entre las placas del Caribe y Suramericana, el sistema de fallas en el occidente de Venezuela, posiblemente ligado al sistema de Boconó, o fallas asociadas, se mantiene activo.


Mensaje clave de los expertos
Finalmente, IA explica que los organismos oficiales insisten en que es imposible predecir cuándo o dónde ocurrirá el próximo sismo, y mucho menos su magnitud. Sin embargo, debido a la alta amenaza sísmica de la región, la población debe mantenerse alerta y aplicar los protocolos de seguridad y prevención ante nuevos temblores.

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